Spitz Alemán: Historia, Cuidados y Características de la Raza
El Spitz Alemán es una de las razas más antiguas de perros europeos, conocido por su personalidad vibrante y su inconfundible apariencia de pelaje denso y esponjoso. Originario de Alemania, este perro ha sido históricamente apreciado tanto por su capacidad de guardián como por su rol de excelente compañero familiar. Existen varias variedades del Spitz Alemán, diferenciadas principalmente por su tamaño, lo que lo convierte en una raza versátil que se adapta a diferentes estilos de vida. En este artículo, exploraremos en profundidad los aspectos más destacados del Spitz Alemán, desde su historia y características físicas hasta su comportamiento y necesidades de cuidado.
Historia y Origen del Spitz Alemán

El Spitz Alemán es una de las razas más antiguas de Europa, con una historia que se remonta a varios siglos atrás. Su origen está ligado a los perros nórdicos, lo que explica su denso pelaje y su resistencia a climas fríos. Aunque hoy en día es conocido principalmente como un perro de compañía, en el pasado desempeñaba funciones muy distintas, siendo utilizado como guardián en las granjas y como protector del hogar. A lo largo del tiempo, esta raza ha evolucionado para adaptarse a las necesidades de la vida moderna, pero sigue conservando muchos de los rasgos que lo hicieron famoso en sus inicios.
Los inicios de la raza en Alemania
Los primeros registros del Spitz Alemán datan de la época medieval, cuando esta raza era común en las zonas rurales de Alemania. Criados inicialmente como perros de trabajo, se encargaban de cuidar las granjas y proteger el ganado de posibles depredadores. Sus habilidades como guardianes los hacían especialmente valiosos, ya que eran conocidos por su constante estado de alerta y su capacidad para advertir cualquier peligro con rapidez.
A lo largo de los años, los granjeros alemanes fueron seleccionando ejemplares que destacaran por su resistencia y carácter valiente, lo que dio forma a la raza tal como la conocemos hoy. Además, su carácter adaptable permitió que, con el tiempo, se trasladara desde el campo hasta las zonas urbanas, donde se hizo popular como perro de compañía.
La evolución del Spitz Alemán a lo largo del tiempo

Con el paso de los siglos, el Spitz Alemán dejó de ser solo un perro de granja para convertirse en un compañero fiel de la nobleza europea. Durante los siglos XVIII y XIX, esta raza comenzó a ganar popularidad entre la aristocracia, especialmente en los países de Europa Central. Se realizaron cruces para perfeccionar su apariencia y tamaño, lo que derivó en la creación de distintas variedades dentro de la misma raza, desde el pequeño Pomerania hasta el imponente Keeshond.
Con la llegada del siglo XX, el Spitz Alemán consolidó su lugar como uno de los perros favoritos en los hogares, tanto en Europa como en otras partes del mundo. Hoy en día, sigue siendo una de las razas más queridas, manteniendo su esencia de perro guardián, pero adaptándose a las comodidades de la vida moderna.
Características Físicas del Spitz Alemán

El Spitz Alemán es una raza fácilmente reconocible gracias a su distintivo pelaje esponjoso y su tamaño compacto. Aunque su apariencia puede variar según la variedad, todos los Spitz comparten ciertos rasgos que los hacen inconfundibles. Además, su robustez y energía los convierten en una opción excelente tanto para familias como para individuos activos que buscan un perro alerta y leal.
Tamaños y variedades del Spitz Alemán
El Spitz Alemán se presenta en diferentes tamaños, lo que lo convierte en una raza extremadamente versátil. Las variedades más comunes incluyen:
- Spitz Alemán Pequeño: Con una altura de entre 23 y 29 cm, es una de las opciones más populares como perro de compañía.
- Spitz Mediano: Mide entre 30 y 38 cm y tiene una constitución más robusta.
- Spitz Grande (Keeshond): Llega a medir hasta 55 cm, siendo una de las variedades más imponentes.
Cada una de estas variedades tiene características únicas en cuanto a tamaño y proporciones, pero todas comparten el mismo carácter alerta y valiente.
El pelaje y los colores característicos de la raza

El pelaje del Spitz Alemán es uno de sus rasgos más distintivos. Es denso, esponjoso y tiene una textura gruesa que lo protege de climas fríos. La capa exterior es más larga, mientras que el subpelo es suave y lanoso, lo que le da ese aspecto voluminoso. Los colores más comunes incluyen:
- Blanco
- Negro
- Marrón
- Naranja
- Gris lobo
Este pelaje necesita cuidados regulares para evitar enredos y mantener su apariencia saludable, especialmente en las variedades de tamaño más grande.
Personalidad y Comportamiento del Spitz Alemán
El Spitz Alemán es conocido por ser un perro extremadamente alerta, inteligente y leal. A pesar de su tamaño pequeño o mediano, tiene una gran confianza en sí mismo, lo que lo convierte en un excelente guardián y compañero para personas activas. Es una raza que suele establecer fuertes lazos con su familia, aunque también es independiente.

Un perro alerta y leal
Una de las características más marcadas del Spitz Alemán es su naturaleza alerta. Siempre está atento a lo que sucede a su alrededor, lo que lo convierte en un perro guardián natural. Aunque no es un perro agresivo, su capacidad para detectar cualquier amenaza o intruso lo hace un excelente protector del hogar. Al mismo tiempo, su lealtad hacia su familia es incomparable, creando fuertes lazos con todos los miembros del hogar.
Su interacción con la familia y otros animales
El Spitz Alemán tiende a llevarse bien con su familia humana y, en general, es afectuoso con los niños y adultos por igual. Sin embargo, su interacción con otros animales puede variar dependiendo de su socialización temprana. Es importante exponerlo a otros perros y mascotas desde una edad temprana para garantizar que desarrolle una buena convivencia. Aunque es independiente, disfruta de la compañía y es muy juguetón, lo que lo convierte en un excelente compañero para hogares activos.
Cuidados y Mantenimiento del Spitz Alemán

Mantener al Spitz Alemán sano y feliz requiere un nivel moderado de cuidados. Aunque no es una raza extremadamente demandante, su pelaje y su energía natural necesitan atención regular. Si se les proporciona los cuidados adecuados, pueden ser compañeros activos y de larga vida.
Necesidades de aseo y cuidados del pelaje
El pelaje del Spitz Alemán es denso y requiere cuidados frecuentes para evitar enredos y mantenerlo en buen estado. Un cepillado regular, al menos dos o tres veces por semana, es esencial para prevenir la acumulación de pelo muerto y mantener su apariencia esponjosa. Además, es importante prestar atención a sus orejas y dientes para evitar infecciones o problemas bucales.
- Cepillado frecuente
- Revisión de orejas y limpieza
- Cuidado dental
Ejercicio y alimentación adecuada para un Spitz sano

El Spitz Alemán es una raza activa que disfruta de realizar ejercicio regularmente. Aunque no necesita sesiones extensas de actividad, sí requiere paseos diarios y tiempo de juego. En cuanto a la alimentación, una dieta equilibrada es clave para mantenerlo sano y evitar problemas de obesidad, especialmente en las variedades más pequeñas. Recomendaciones básicas incluyen:
- Paseos diarios
- Dieta equilibrada y control de raciones
- Juegos interactivos para mantener su mente activa
Salud y Expectativa de Vida del Spitz Alemán

El Spitz Alemán es generalmente una raza sana, pero como cualquier perro, puede verse afectado por ciertas enfermedades genéticas o relacionadas con la edad. Con los cuidados adecuados, su expectativa de vida puede llegar a los 14 o 16 años, siendo una raza longeva.
Problemas de salud comunes en la raza
Algunos de los problemas de salud más comunes en el Spitz Alemán incluyen:

- Luxación de rótula: Especialmente en las variedades más pequeñas.
- Problemas dentales: Es común que esta raza sufra acumulación de sarro, lo que puede derivar en enfermedades bucales.
- Afecciones oculares: Como cataratas o atrofia progresiva de retina.
Cómo garantizar una vida larga y saludable para tu Spitz
Para asegurarse de que tu Spitz Alemán disfrute de una vida larga y saludable, es fundamental proporcionarle una dieta equilibrada, ejercicio regular y visitas periódicas al veterinario. Además, el cuidado adecuado del pelaje y la atención a sus dientes son esenciales para evitar problemas de salud a largo plazo.
Educación y Entrenamiento del Spitz Alemán
El Spitz Alemán es una raza inteligente y con una gran disposición para aprender. Sin embargo, también puede ser un poco terco, por lo que es importante comenzar su entrenamiento desde una edad temprana y hacerlo de manera consistente.

Consejos básicos para entrenar a un Spitz
El entrenamiento del Spitz Alemán debe comenzar con comandos básicos como “sentado” o “quieto”, utilizando siempre el refuerzo positivo. Debido a su naturaleza alerta, es importante enseñarle a no ladrar en exceso, ya que puede desarrollar este hábito si no se controla adecuadamente.
- Refuerzo positivo
- Consistencia en las órdenes
- Evitar recompensar comportamientos no deseados
La importancia de la socialización y el entrenamiento temprano
La socialización temprana es clave para un Spitz Alemán bien equilibrado. Desde cachorro, es importante exponerlo a diferentes personas, entornos y otros animales para evitar comportamientos territoriales o de desconfianza. Este tipo de entrenamiento no solo mejora su comportamiento, sino que también ayuda a reducir su tendencia a ser sobreprotector.
El Spitz Alemán como Mascota

Tener un Spitz Alemán en casa puede ser una experiencia gratificante, pero es importante entender tanto sus ventajas como sus desafíos. Esta raza, aunque pequeña, tiene una gran personalidad y requiere un dueño que esté dispuesto a dedicarle tiempo y atención.
Compatibilidad con niños y otros animales
El Spitz Alemán es generalmente compatible con niños, especialmente si ha sido bien socializado desde cachorro. Es un perro enérgico que disfruta de la compañía, pero puede mostrarse reservado con extraños o animales desconocidos. Por lo tanto, es importante supervisar las interacciones con otros animales, especialmente si no están familiarizados.
Ventajas y desafíos de tener un Spitz Alemán en casa
Entre las principales ventajas de tener un Spitz Alemán se encuentran su lealtad, su capacidad para adaptarse a diferentes ambientes y su personalidad juguetona. Sin embargo, algunos de los desafíos incluyen su tendencia a ladrar y su necesidad de atención regular en cuanto a cuidados del pelaje. También es importante tener en cuenta que, aunque son perros pequeños, requieren ejercicio diario para mantenerse equilibrados.

El Spitz Alemán es una raza encantadora que combina belleza, inteligencia y lealtad. Su larga historia y evolución han hecho de este perro una excelente opción tanto para familias como para personas que buscan un compañero atento y protector. Aunque su exuberante pelaje requiere ciertos cuidados, y su naturaleza alerta puede exigir un entrenamiento adecuado, las recompensas de tener un Spitz Alemán como mascota son innumerables. En los próximos apartados profundizaremos en cada uno de estos aspectos para ofrecerte toda la información que necesitas sobre este maravilloso perro.